Economía

Se veía venir (España entra en recesión)

No por anunciada es menos dolorosa, y aunque ya la sentíamos en nuestros bolsillos, en nuestros impagados, y en la amargura que intuíamos en el rostro de nuestros amigos y seres queridos, ahora ya es oficial, España está en recesión.

¿Qué significa estar en recesión?

Desde un punto de vista académico, el término recesión se utiliza para denominar a la situación en la que se suceden dos trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo, y en España se ha llegado a esa situación.

En el tercer trimestre del año 2008, el que cubre los meses de julio, agosto y septiembre, el crecimiento interanual de la economía española fue de un -0.24%, mientras que en el cuarto trimestre de ese mismo año, es decir, el que se refiere a los meses de octubre, noviembre y diciembre, el porcentaje negativo se situó en el -0.8%, utilizando, siempre, datos del Banco de España.

Esta es una situación que no recordábamos, ya que la recesión no había visitado a la economía española desde el año 1993, por tanto, hemos vivido 15 años de bonanza económica que se han visto truncados por nuestra actual recesión.

La principal causa de este retroceso es la demanda interna, es decir, el consumo de los ciudadanos españoles que ha decrecido en un 2.4%, en contraposición del crecimiento de nuestra demanda externa que se ha incrementado en casi un 2%.

Por tanto, el problema de la economía española está, ahora mismo, en su interior, en el parón que ha sufrido el consumo de sus ciudadanos.

¿Por qué existe ese parón en el consumo de los ciudadanos?

Muchos son los factores que se deberían de analizar para explicar la disminución de la demanda interna, pero el índice más importante es el Índice de Confianza del Consumidor, el cuál se elabora con carácter mensual por parte del ICO, y que sirve para medir el grado de confianza que tienen los ciudadanos de un país en su economía.

El consumo crece cuando el Índice de Confianza del Consumidor es alto, ya que el consumidor está confiado, no se preocupa por el futuro, cree que, en el futuro cercano, su situación económica será igual o mejor que la que tiene en el momento del consumo, por lo que consume.

Sin embargo, el consumo decrece cuando el Índice de Confianza del Consumidor es bajo, ya que el consumidor desconfía, está preocupado por un futuro incierto, cree que, en el futuro cercano, su situación económica pudiera ser peor que la que tiene en el momento del consumo, por lo que postpone este consumo.

¿Cómo se genera la confianza de los consumidores?

La confianza de los consumidores depende de muchos factores, los cuáles afectan en una mayor o menor medida al pensamiento colectivo de la ciudadanía. De manera sencilla la confianza de un consumidor se genera a partir de datos económicos positivos, de políticos eficiente y de confianza, de un marco legal estable y de una paz social aceptable.

Por tanto, un gobierno que busque el incremento del grado de consumo de sus ciudadanos tendrá que incidir en mejorar estos factores.

Los datos económicos no son manipulables, son los que son, pero el resto de factores sí que pueden ser utilizados en una u otra dirección. Un gobierno puede demostrar a su electorado su eficiencia y su honestidad, lo cuál hará que éstos confien en ellos; puede asegurar un marco legal estable, un saber a que atenerse permanente y para todos; y una paz social aceptable, es decir, si el ciudadano percibe que la situación en la calle es positiva, su percepción del país será positiva.

En definitiva, el gobierno debe hacer políticas de marketing interno (si se me permite el término empresarial) apoyadas en actuaciones sobre la economía real que las sustenten, para sacar a España de esta recesión que hoy hemos oficializado.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.