Economía

Nunca llueve a gusto de todos, salvo en la cumbre de Londres (Análisis de la Cumbre del G20 de Londres)

El refranero español es muy sabio y tiene una sentencia para cada situación, acertando en todas ellas, y resumiendo con un simple aforismo la complejidad de nuestra sociedad y de las relaciones interpersonales. Sin embargo, la política se le escapa y no logra descifrar los vericuetos de las negociaciones, ni de los acuerdos a los que llegan los políticos.

Si nos atenemos al refranero español diríamos aquello de que ‘nunca llueve a gusto de todos’, pero las conclusiones de la cumbre de Londres que se ha celebrado hoy desmienten esta máxima castellana, ya que, a pesar de todas las diferencias iniciales, todos los mandatarios han salido contentos y obteniendo, en mayor o menor medida, lo que estaban buscando. Es como si la actitud ‘servil’ de Zapatero, el dar gusto a todo el mundo, hubiera calado y se hubiera convertido en la nueva actitud política de este principio de siglo.

Los principales acuerdos que se han alcanzado son los siguientes:

Expansión Fiscal: Obama ha conseguido el respaldo que estaba buscando para potenciar la expansión fiscal de cada país dentro de su territorio, reforzando la política keynesiana que ha venido ejecutando hasta el momento en Estados Unidos. La cumbre certifica que la mejor forma para luchar contra la recesión mundial es la expansión fiscal.

Regulación del sistema financiero: Este era el principal objetivo de la Unión Europea, liderada por Francia y Alemania. La cumbre se cierra con la creación de una Agencia supranacional para la regulación y la supervisión de los Fondos de Inversión Libre, que son los auténticos culpables de la crisis que estamos viviendo.

Paraísos Fiscales: De nuevo, la Unión Europea apostaba por la eliminación de estos paraísos fiscales mediante exigencias de transparencia de las cuentas de todos los bancos y entidades financieras. Pues bien, la cumbre se cierra con la creación de una Lista de Países no Cooperantes, es decir, de países no transparentes, lo cuál es un buen comienzo para eliminar esta lacra de nuestro mundo económico.

Potenciación del FMI: Estados Unidos siempre ha sido el principal defensor de este organismo, fue el que propició su creación y el que lo ha dominado a su antojo desde entonces. Por ello, el reforzamiento de su posición es un éxito de la administración Obama. Se le inyectarán más fondos y se le permite vender parte de su reserva de oro, siempre y cuando sea utilizado para ayudar a países emergentes o en vías de desarrollo que se encuentren en problemas.

Esas son las líneas básicas de los acuerdos que se han alcanzado, lo cuál nos deja una cuestión en el aire, como es el Libre Comercio. Se han intentado varias fórmulas, pero, al final, no se ha podido llegar a un acuerdo sobre la forma de regular el Libre Comercio y evitar así el proteccionismo, con lo que éste sería el gran fracaso de esta cumbre, y una posible vía de escape en contra de la recuperación económica mundial.

En definitiva, una cumbre de buena voluntad, con muy buenas palabras y conclusiones atractivas y coherentes. Una cumbre que ha sorprendido por su capacidad para aunar esfuerzos en aras de obtener el objetivo común de la recuperación económica. Ahora, habrá que evaluar la implementación de estos acuerdos, para lo cuál, estoy seguro, no dudarán en realizar otra cumbre que cueste otros 20 millones de euros (perdón por la demagogia barata, pero es que no me podía resistir).

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.