Sociopolítica

¡Cerré mis ojos y mi corazón te encontró!

Mientras caminaba cerca de la ¨zona cero¨, lugar en donde se encontraban las esplendidas Torres Gemelas, pasé por donde se quiere erigir la polémica construcción de la mezquita, y me acordé del fanático pastor que esta en contra de la construcción. Seguí mi camino y me senté frente a la catedral de San Patricio, llevaba conmigo mi laptop, y observaba a las parejas que se encontraban en el lugar, se tomaban de la mano y se juraban amor eterno, me pareció muy romántico el que las parejas fueran a ubicarse cerca de la iglesia me imagino que muchos lo hacían porque pensaban unirse en matrimonio en aquella fascinante iglesia.

Enternecido por ver aquellas escenas de amor, mi corazón se entristeció, rodaron algunas lágrimas por mis mejillas, y me dije ¨ Y yo estoy solo, sin un amor¨ de pronto escuché una voz que me dijo:
–Estas solo porque quieres.
Sorprendido miré a mí alrededor y ¡estaba solo! “Será que me estoy volviendo loco” Me dije.

Continúe observando a las parejas y la nostalgia me invadió, “Mi novia es mi computadora y las bellas lectoras que tanto me quieren” pensé
-Ya te dije que sos un burro, estas solo porque quieres, me dijo aquella extraña voz
“Bueno será el cansancio que ya estoy escuchando voces o será que necesito ir a buscar a un sicólogo “pensé.
-Soy yo tu corazón el que te habla ¡necio!, que solo escribiendo pasas y no te das la oportunidad de buscar una amor, ya me tienes cansado ¡yo quiero un amor! Y solo en ti piensas. Añadió aquella voz misteriosa.
Me levanté de un salto, me pellizque para ver si no era un sueño, me di dos palmadas en la cara y lógicamente no era un sueño, era mi corazón el que me hablaba y trataba de mostrarme que había sido un egoísta con el por no prestarle atención.

-Buscaremos un amor me dijo. ¿En dónde? le pregunté
–yo te diré cual es la mujer que nos conviene. Me dijo mi corazón. Bueno me dije le haré caso a ver qué pasa.
Me dijo que entráremos a un bar de mucho prestigio en la “Gran Manzana” visitado por muchas parejas y muchas mujeres solas que buscan a un amor, la idea no era mala, lo que me sorprendió fue que mi ojo o mi mente, estaban observando a chicas muy bien dotadas y esculturales ¡hermosas físicamente!. –Deja de pensar en eso me dijo mi corazón concéntrate en lo mas importante, ¿Para qué queremos una mujer hermosa físicamente si no tendrá belleza interior? ¡Me dijo exaltado!

Palabras que calaron hondo en mi, y me dije este tiene razón y yo que pensaba que los corazones eran unos babosos ja, ja!

Me indico que me sentará en medio de un grupo de 10 mujeres de diferentes nacionalidades ya qué, en Nueva York, hay una cultura muy diversa, me pareció algo tonto, porque me dijo que cerrara mis ojos y escuchara la conversación de las damas y el me diría cual era la mujer que abordaríamos luego. La plática se centraba en lo que la mayoría de las mujeres hablan, de los hombres, el tema de conversación era, ¿Cuál era el hombre ideal para una mujer? Una rubia preciosa menciono que para ella era el hombre millonario y punto.

Una japonesa dijo que para ella era también muy importante el dinero y que fuera muy apasionado, las demás se concentraron básicamente en temas superficiales, coincidieron en el hombre atlético y millonario, sin embargo estaba una hermosa española, una mujer bella físicamente, ella dijo que venia de una ciudad de España, sus palabras fueron las siguientes “Para mi lo mas importante es un hombre que me ame, no importa si no es millonario, pero si me ama con todo su corazón seré feliz y nos amaremos, así que para mi lo mas importante no es el dinero, es el hombre que ame y respete a una mujer como tiene que ser” y concluyó.

En ese instante me dijo mi corazón que abriera los ojos y me dijo -¡Ve! Donde la española, esa es la mujer que nos conviene, dile que la amarás por siempre y que tú has comprendido que todas las mujeres son bellas, pero las mas hermosas y maravillosas son aquellas que su belleza interior es mas grande que su belleza física.

Me acerqué y delante de todas las mujeres presentes, me arrodillé frente a la española y le dije mi corazón me dice que tu eres la mujer que lo hará feliz, porque cerré mis ojos mientras conversaban y mi corazón te ha encontrado, las mujeres presentes comenzaron al unísono a aplaudir y también en coro gritaban ¡Beso! ¡Beso!
Yo me sonrojé, pero ella me dijo ponte de pie que te daré un beso, nos despedimos del lugar. Nos casamos en la iglesia de San Patricio, en donde nos juramos amor eterno y desde entonces tenemos un hogar maravilloso y somos muy felices. Comprendí que hay que obedecer a nuestro corazón y que lo más importante es la belleza interior y no la física, hoy mi corazón también es feliz.

Escritor: José Francisco Mejía Ramírez
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Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras
Articulista Nacional e Internacional.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.