Sociopolítica

La amistad entre padres e hijos

La familia es uno de los bienes más importantes que tiene un ser humano, de hecho, como explica el psicólogo Bernabé Tierno por mucho que cambie la sociedad en el futuro, el concepto de familia como grupo de amor y reconocimiento no cambiará nunca.

Es decir, necesitamos tener un soporte emocional tanto en los buenos momentos como en los malos para compartir las experiencias vitales, y sobre todo, como afirma Victor Frankl para descubrir un sentido a la vida.

La familia se construye a través del amor, es decir, a través del reconocimiento mutuo, la solidaridad, la empatía… Sin embargo, la amistad entre padres e hijos no debe existir durante los primeros años de vida de los niños. Es decir, los más pequeños de la casa necesitan ver en sus padres a un referente y no a amigos. Los padres deben educar y formar, pero no hacer de colegas como explican algunas personas.

Sin embargo, con el paso del tiempo, y el crecimiento de los hijos, la relación va cambiando hacia un terreno de igualdad. Con la incorporación de los hijos al mercado laboral, su autonomía y su madurez, se crea una relación especial que puede resultar más gratificante puesto que en ese instante, además de amor también existe amistad.

A partir de cierta edad, los hijos tienen conversaciones con sus padres que son impensables durante la adolescencia, por ejemplo. Por otra parte, también hacen planes juntos y disfrutan del tiempo de ocio. Sin duda, se trata de una relación muy especial puesto que a veces, los padres tienen que hacer un auténtico esfuerzo por asumir que sus hijos se están haciendo mayores y están creciendo.

Es decir, tienden a la sobreprotección constante puesto que el cordón umbilical es un signo metafórico de esa unión especial que existe entre madres e hijos a lo largo de la vida. Los padres son personas desinteresadas, generosas y amables con los hijos al extremo de perdonar una y mil veces sus errores.

De hecho, una de las situaciones más dramáticas que experimenta una persona en algún momento es precisamente la pérdida de sus padres. Durante la infancia la muerte de los padres es una de las ideas que más asusta a los niños.

Se trata de un adiós que implica un dolor profundo en tanto que los padres son personas que se quieren al extremo y conforme vamos creciendo también vamos tomando mayor conciencia de la gran labor que realizan en el ámbito educativo, formativo y emocional.

Sin duda, merece la pena disfrutar el presente y valorar el tiempo para vivir en compañía de aquellos que queremos como si se tratara del mejor de los regalos. Un regalo de vida que late en el corazón humano.

Está claro que el amor y la amistad son dos regalos que merecen la pena.

Foto vía: Los hijos

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.