Sociopolítica

¿De veras son compatibles el cristianismo y la ideología de género?

El lunes, 30 de enero asistí a una Charla-Coloquio en la Parroquia de San Juan de Ribera, de Badajoz sobre la denominada “violencia de género”  y sobre “el respeto a la mujer”, o algo parecido; organizada por la delegación parroquial de “familia”…

Olvidaba decir que el evento tuvo como ponentes a dos psicólogas de los “Servicios Sociales del Ayuntamiento de Badajoz capital”.

La cosa parecía prometedora…

La ponente hizo un breve discurso, acompañado de la proyección de un “power-point”, calificable de “totum revolutum” tal como intenté expresar en el posterior coloquio (en el cual se intentó hacerme callar, por parte de algunos discrepantes, empezando por D. Antonio, el Sr. Cura Párroco) pues no hay cosa más disparatada que pretender casar a la ideología totalitaria de género con el Evangelio, cosa fina, encaje de bolillos… Lo digo porque es de suponer que cuando a “algo” se le da posibilidad de divulgación, se permite que “se venda” en una Parroquia Católica, es porque no debe de estar en contra, reñido con las enseñanzas de la Iglesia ¿NO?

Por descontado, el discurso de las dos ponentes (la de la más locuaz sobre todo) se basó fundamentalmente en la retahíla de tópicos, consignas, dogmas y demás parafernalia, a la que suele recurrir el feminismo subvencionado, políticamente correcto y triunfante en las instituciones; un cúmulo de falsedades, de insensateces, e incluso habría que hablar simple y llanamente de charlatanería, como en el caso de la astrología u otras pseudo-ciencias.

Como los “grupos feministas” suelen afirmar, la ponente también manifestó –a la manera de un dogma de fe- que las mujeres están “sojuzgadas, oprimidas, marginadas”, que hay una verdadera conspiración desde hace siglos, de lo que llaman “el patriarcado masculino” contra ellas, y que la sociedad fue diseñada por los hombres de manera egoísta, para favorecer solo a los varones, y discriminar  a las mujeres… Tampoco podía faltar lo de que “a las mujeres apenas se les permite tener capacidad de decisión, que no se las respeta (por supuesto, tampoco en ninguna religión, aunque “eso” se lo ahorraron para no ser especialmente antipáticas…) y  por supuesto, las relaciones entre un hombre y una mujer son relaciones “desiguales” en las que la mujer siempre tiene las de perder, sufrir violencia de toda clase, con o sin resultado de muerte, y… un largo etc.

Pero, ¿Todo ello es realmente cierto?

La consigna feminista de que la “mujer española, europea, occidental” es una “víctima” impotente, es una idea absolutamente absurda, que se ha ido imponiendo con machaconería, acabando por instalarse como un axioma que nadie se atreve a cuestionar…

Si tal como repiten hasta el hartazgo las feministas (que los hombres han planeado todo, de manera egoísta, para que el mundo en que vivimos sólo sea maravilloso para los varones, obviando totalmente las necesidades y los intereses de las mujeres) ¿tendría algo de verdad todo aquello de lo que hablábamos con anterioridad? Por supuesto que no. Si se observa con las gafas apropiadas la realidad tal cual es, y no la caricatura, la imagen distorsionada que nos presenta el fundamentalismo feminista, y todos aquellos a quienes han acabado manipulando, lograremos ver una situación completamente diferente:

Las mujeres españolas, occidentales constituyen el grupo social con mayores privilegios de la Historia de la Humanidad, ostentando (o ¿tal vez detentando?) una capacidad de influencia, un grado de poder, de bienestar, y salud nunca antes conocidos,…

Para más INRI, algunos, muchos hombres han ido interiorizando que es un gran pecado, una barbaridad, “atacar a las mujeres”, incluso si esas mismas mujeres adoptan un discurso disparatado y delirante en su afán de atacar de forma virulenta a los hombres.

Ni que decir tiene que el mayor fraude de esta “ideología”, es asumir que la agenda propuesta por las feministas, se realiza en verdad para beneficio de la totalidad de las mujeres. Si el feminismo fuera sinceramente liberador, promovería relaciones armoniosas entre ambos sexos y fortalecería la familia; sin embargo, la agenda feminista, al hacer lo contrario, perjudica a la mayoría de las mujeres, y por descontado a los hombres. Como resultado de una eficaz propaganda (todo hay que decirlo) divulgando falsedades y medias verdades, la gente de buena voluntad, la gente de buena voluntad, la gente “educada” ha ido aceptando todo el discurso demencial del feminismo de género, sin hacer apenas cuestionamientos…

Volviendo al discurso de las psicólogas: Hubo un momento, en la primera intervención de la primera ponente –la más locuaz- en que la misma invitó a tomar la palabra a quien lo deseara… Yo levanté la mano e intervine, para destacar que se estaba “vendiendo” una ideología totalitaria, la principal enemiga del Evangelio, cuyo objetivo –entre otros- es la destrucción de la familia. Hablé de que la doctrina o perspectiva de género considera que los humanos nacemos asexuados, “tábula rasa” sin inclinaciones de ninguna clase, y que si no fuera por la “mala educación” que recibimos en la familia, seríamos “libres” para optar con quien juntarnos y con quien irnos a la cama, independientemente de sus caracteres anatómicos y biológicos… y que según proclama la  “doctrina de género” la sexualidad humana no está orientada a la procreación y la supervivencia de la especie…

¡Cuál sería mi sorpresa cuando D. Antonio tomó el micrófono para evitar que siguiera hablando, y dijo que no iba a consentir que nadie boicoteara/reventara tan maravilloso evento…! Y me invitó a ir yo a disertar en otra ocasión sobre lo que intentaba exponer… Ni que decir tiene que le dije que con sumo gusto aceptaba su reto…

Después de que las psicólogas siguieran con su disparatado discurso sobre el feminismo de género, volvieron a dar la palabra al público asistente. Tomaron la palabra varias personas más, y nuevamente solicité intervenir.

Otra vez fui interrumpido y mandado callar por Don Antonio, el cura párroco, que me dijo que allí no se estaba hablando de “ideologías” sino de la violencia “de género”, y que estaba de más que yo hablara… Por supuesto, le hice notar que en el discurso de las ponentes, que no tenía nada de inofensivo o inocuo, se estaba haciendo apología de ideas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia, y lo remití al Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia Española (si no recuerdo mal, editado en 2002)

El Padre Antonio me dijo que conocía sobradamente el Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia Española, ante lo cual yo lo invité a que se lo “releyera” si tal como afirmaba, ya lo había leído…

Pocos minutos después, la gente fue cogiendo el camino de sus casas… Ya cuando me marchaba, saludé a Don Antonio y le reiteré mi ofrecimiento a disertar sobre la ideología de género y sus peligrosas consecuencias. Se me hizo notar que ya la agenda de la parroquia estaba demasiado apretada, y que tendría que ser para el año próximo… Me despedí de Don Antonio repitiéndole que sería conveniente que se volviera a leer el Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia Española… Me volvió a responder que lo conocía de sobra…

Ya no me pude aguantar y le respondía que “no se notaba que lo conociera…” (en aquellos momentos tampoco se le notaba que hubiera hecho voto de humildad… parece que ni en la Iglesia está de moda tal cosa en los tiempos que corren)

En fin, parece ser que para participar en semejantes “eventos”, para estar presente en estas celebraciones, si se es varón, sólo caben dos cosas, o entrar pidiendo perdón por haber nacido hombre, o manifestar cada vez que se abra la boca, que uno está en camino de redimirse y que ya ha entrado en contacto con su lado femenino, y que todos los hombres (¡¡¡qué malos somos, por el hecho de ser hombres!!!) debemos pasar por el purgatorio feminista, para pagar la deuda histórica que tenemos contraída con las mujeres, después de siglos, milenios de sojuzgamiento, opresión, marginación… a las que las sometieron nuestros ancestros…

Y, dirán ustedes:

– ¿De la Religión Católica, del Evangelio se habló algo?

– Eso era lo de menos, lo importante era hablar de la necesidad de implantar un estado de apartheid por razón de sexo/género, porque los hombres son todos potenciales maltratadores, egoístas, y,

Solo faltó aquello de ¡¡Porque nosotras nos lo merecemos!!

¡Qué osada y peligrosa es la ignorancia… si no recuerdo mal el mensaje evangélico es de amar/perdonar a los enemigos, pero no recuerdo haber oído o leído que hay que meterlos en casa para que nos destruyan!

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.