Sociopolítica

Cuidado con los adoctrinamientos

El pensador, de Rodin

Foto: ivanx

Antes de seguir algún adoctrinamiento es importante estudiar de lleno su antes, su ahora y su después; porque hay ideologías políticas, económicas y sociales que se muestran como salvadoras pero ocultan sus anteriores adherencias con los que ellos aparentemente juzgan como verdugos.

En el año 1932-1933 Stalin asesinó a todo un pueblo ucraniano, 10 millones de seres humanos ante los ojos del mundo, los asesinó lenta y vilmente de hambre, les quitó todo el grano y alimento, les prohibió que salieran de sus sitios de origen, luego todo este alimento fue vendido a otros países y por supuesto que hubo un gran crecimiento en las ventas mientras Ucrania se moría de hambre; llegaban las autoridades de ese entonces para ver si la gente se había muerto y los recogían, en algunos casos enterraron gente aún con vida, hubo miles de huérfanos, como eran tantos y se proliferó la mendicidad entonces Stalin ordenó que asesinaran a los mayores de 12 años.

Stalin tuvo alianzas políticas y económicas con Hitler se repartieron sus conquistas, pero claro Stalin era intocable porque era un asesino despiadado que asesinaba a todo aquel que se interpusiera en su camino, además era hábil y tenía dominio e intereses con otras naciones, años después 1941-1942 Hitler al desarrollar su  teoría de la raza perfecta y de su desmesurado odio a los judíos cometió el crimen más absurdo de la humanidad tan conocido y rechazado, solo que antes con menos publicidad había cometido Stalin un holocausto permitido por las naciones poderosas de ese entonces.

Ya cuando Hitler era el malo del cuento, a Stalin le quedó fantástico ser el salvador y oponerse a Hitler que ya estaba perdido.

No se puede olvidar que estas tácticas militares, económicas y políticas tienen los móviles de los intereses creados de las naciones, entonces antes de admirar algún tipo de adoctrinamiento es mejor leer a profundidad e investigar la historia.

El marxismo aplicado por Lenin y luego por Stalin consistía en asesinar a la clase social que según ellos obstruía una de las etapas de su llamado proceso de las clases sociales, es así como asesinaron a todos los intelectuales, artistas, científicos y gente preparada de la época.

Pasando al otro lado, hay una corriente de economistas que odian todo lo que tenga que ver con este legado, hasta ahí todo va bien, pero se han ido al extremo de justificar el monopolio económico o de alentar el desprecio por los artistas y los intelectuales también, desde el punto de vista de querer formalizar al ser humano como un ente meramente económico y productivo donde lo que importa es lo que genere en ese único aspecto y menospreciando su carácter social, intelectual, artístico enseñando a sus nuevos pupilos a ser bróker desalmados que simplemente piensen en el costo beneficio y punto, insentivándoles a rechazar otras facetas del desarrollo de su personalidad, dinero versus dinero.

Ambas posturas son extremas pero tienen un punto en común la injusticia, sacrifican al sujeto en aras de un objeto deseado, los primeros en un partido comunista Stalin y el  partido nacional socialista de los trabajadores de Hitler, que se supone favorecerían a la clase obrera pero la realidad es que ambos la sacrificaron y Dinero versus Dinero  que pregonan hoy en día los otros que alientan a los que más tienen a tener aún más sin importar las consecuencias para los que no tienen o no pueden, alimentando la filosofía del pez grande que se come al chico.

Todo adoctrinamiento que alienta el marginar, asesinar, discriminar a los débiles, a un grupo para conseguir un objetivo está aplicando el postulado de Maquiavelo que el fin justifica los medios y por esa razón es que no hemos salido del círculo vicioso de los odios.

Cuando hay crisis las personas del común tienden a creer en las nuevas ideologías que les alivien problemas puntuales generándoles comida para hoy y hambre para mañana, claro, cuando se tiene la nevera vacía se está vulnerable e incauto. Amigos míos, ya hemos pasado siglos de opresores y oprimidos es hora de cambiarlo y por querer salir de un opresor llámese sujeto, política o circunstancia  no se puede regalar nuestro campo vital a un opresor más peligroso.

Estamos en un mundo globalizado, siempre se han hecho, se hacen y se harán intercambios pero para que sea justo hay que aprender a exigir que las condiciones sean equivalentes. Si el poderoso tiene el poder quizá el débil tiene algo que a éste le interesa o unidos los débiles pueden equiparar las condiciones.

Se ha comprobado históricamente que la excesiva intervención del estado anula el emprendimiento, al individuo y lo somete, se brinda una igualdad falsa porque los que están en sus urbes de intervencionismo gozarán de privilegios que la mayoría ni pueden pretender soñar y el polo opuesto permite que prosperen los fuertes, que el hermano ventajoso y goloso se quede con la mayor porción del pastel y los más listos se quedarán con algo pero los débiles como siempre morirán de hambre o recibirán las migajas.

Es así como están las cosas, se debe propender por un equilibrio entre un sano control del estado para que nivele las cargas entre los más aventajados de la sociedad y  que se permita libertad de emprendimiento, porque finalmente los emprendedores de todos los tiempos son los que hacen que se genere crecimiento, desde el primer hombre al que se le ocurrió prender el fuego hasta hoy al que se le ha ocurrido volar. El emprendedor falla, se cae y se levanta, quizá vuelva a fallar hasta que lo consigue y si no lo logra por lo menos no se quedó con la duda o no  sometió su vida a el abuso reiterado.  No necesitamos eliminar a nadie, a ningún grupo social, somos distintos definitivamente en todo, la cuestión es cómo ser mejores seres humanos, vivir felices el corto lapso de tiempo que nos corresponde y el legado que cada uno deja a los que vienen pero sin odios que solo les sirve a los que engordan sus bolsillos gracias a las guerras.

¿Para dónde vamos? Mejor investigar el camino nosotros mismos y no vendernos como mercenarios al mejor postor porque ese nos olvidará rápido y nos venderá también cuando ya no les seamos necesarios.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.