Cultura

La Poesía en América del Sur: Delascar Vargas

Delascar Vargas

Delascar Vargas

Delascar Vargas poeta colombiano, quien vive y expresa la palabra y a través de ella plantea un universo propio reflejando también lo que lo circunda, contando la historia contenida en su mano.

En tiempos amenos o turbulentos, el escritor demuestra para qué sirve la pluma.

Más que la escritura, este hombre es acción, dedicado por entero a su esposa, quien sufre una dura enfermedad y él allí compañero permanente, hombre de verdad de la cabeza a los pies no desfallece, día a día con el voto sagrado, sigue creando y viviendo en Poesía.

E.C.B: ¿Delascar puedes contarles a los amigos de este espacio, desde cuándo te dedicas a la poesía y al cuento, y si cultivas otros géneros literarios?

Me dedico a este maravilloso oficio aproximadamente desde 1990, básicamente a la poesía y al cuento histórico, esporádicamente a la copla; todo esto me ubica en lo pletórico, lo hago con todo gusto, como digo “Para mi casta futura”, tratando de dejar la huella de mi paso por el mundo.

¿Algún aspecto positivo de la relación España y América, en nuestro caso Colombia según tu modo de ver las cosas?

Por supuesto la madre España nos legó el idioma, muy seguramente está empeñada en mantenérnoslo, así el inglés esté queriendo ser la lengua universal; particularmente la cultura que nos trajeron, sus formas de vida que cambiaron el modus vivendi de estos pueblos; si ellos no lo hubieran hecho, de seguro otros lo habrían intentado quien sabe en qué términos; es lo que conocemos, es lo que tenemos y nos mueve; que por eso se haya llegado a donde se llegó, que lástima, no es del caso recordarlo, mientras se mantengan idas positivas y queramos remontar los futuros en paz con nosotros mismos. ¡Así sea!

Al leer tu poesía o cuento se puede percibir una profunda creencia religiosa, también una sensibilidad marcada hacia los problemas sociales y políticos, después de hacer una crítica o un planteamiento histórico, sociológico o político, dejas una moraleja. ¿Puedes comentarnos acerca de tus motivaciones al escribir?

El recuerdo de mi infancia lo tengo latente, es así como mis escritos se afianzan en esas motivaciones, especialmente la social, lo político tiene que ver con la violencia partidista que sentí en mis primeros años de existencia, desatada por las contiendas entre los dos partidos imperantes, el liberal y el conservador; considero que siempre se debe dejar una huella, una enseñanza, de esa manera indicar que no solamente se pasó por el mundo sin más, sino que se quiso trascender de alguna forma convertirse en un paradigma de vida para las generaciones futuras.

Se puede leer un poema tuyo al estilo de un Juan de Encina o Boscán como se puede leer alguno de tus escritos con las costumbres más autóctonas y con el lenguaje propio de los campesinos, dando a conocer sus sentimientos, casi que recuerdas a el poeta Calendario Obeso, quien escribía con los dialectos propios de los negros colombianos de la época, en sus lugares más íntimos. ¿Nos puedes comentar acerca de tu forma de escribir  y cómo interpretas la Colombia que te rodea?

La cultura tradicional me mueve en este mundo de las letras y los escritos, llámese poesía lírica o de otros géneros, así como  la poesía costumbrista, en la cual tomo los elementos más importantes de la vida cotidiana de la región donde nací, dichos  elementos se quedaron en algunas mentes y en el ambiente, según dicen, esta era la forma de hablar de nuestros ancestros, aún existen algunos individuos que podríamos llamar nativos, que tienen algunas expresiones costumbristas; de esa forma plasmo mis escritos poéticos costumbristas, tratando en lo posible de ser ameno, puesto que el lenguaje vernáculo ayuda bastante en este sentido; otro tipo de poesía como la épica o heroica, la bucólica o pastoril, así como la romántica, nacen del sentir, también del diario vivir, de los acontecimientos y por que no decirlo, del recuerdo y las formas de vida que se llevan.

La prosa, por costumbre la he trabajado, en primer lugar, basado en algunas presentaciones teatrales (sainetes) en mi pueblo, para la época decembrina; con mis prosas en lengua vernácula o en la común, cuento historias, me refiero también a lo cotidiano, lo tradicional y al recuerdo, presento especialmente monólogos y en algunos momentos lo novelesco.

La copla, aunque la trabajo poco, la elaboro casi lo mismo que las dos formas anteriores, trato, eso si, de evitar lo ridículo o grotesco, se debe trabajar muy bien el doble sentido; recoge auténticamente las expresiones propias de los habitantes de mi región (Boyacá) y son el alimento diario para tantos, especialmente quienes interpretan la música del género CARRANGUERO.

La Casa de Poesía Silva lugar donde se realizan constantes encuentros de Poesía y “Algo por Colombia”, es una organización que promueve encuentros y tertulias poéticas. Delascar Vargas recibiendo uno de los premios.

La Casa de Poesía Silva lugar donde se realizan constantes encuentros de Poesía y “Algo por Colombia”, es una organización que promueve encuentros y tertulias poéticas. Delascar Vargas recibiendo uno de los premios.

A Colombia la interpreto con el sentir más grande o si se me permite la expresión, con el dolor más grande, me duele lo que le pasa y como digo en alguno de mis poemas, “No habrán de acallar mi pluma ondeante, por más que me amenacen los farsantes”; amo a mi patria, me regocijo cuando en mis caminatas la veo diferente, con todo lo que me muestra, sus paisajes, sus gentes, su diversidad, en fin esta tierra noble se merece todo.

Has tenido experiencias fuertes existenciales, ¿han incidido en tu expresión artística?

Desde luego, el hecho de haber nacido donde nací, de haber visto lo que vi; todo lo que se tradujo en pautas de crianza, así como las desesperanzas aprendidas, hicieron de mi en cierta forma un sufriente de estados malignos de la famosa depresión, todo eso y el hecho de haber sufrido un tremendo accidente cuando tenía 16 años, perturbó mi existencia, llegué en momentos a pensar en una solución, tal vez la más alocada, el suicidio, pensaba en momentos que sería la única vía para evadirme del mundo, este mundo inverosímil, duro, agudo, que me taladraba hasta los huesos; todo esto me situó en algún punto y por supuesto ha incidido en mis formas de hacer mis escritos, dejando algunos mensajes, como ya dije mensajes de vida, de éxito, etc. por más que se hayan encontrado dificultades.

¿Cómo ves a Colombia en sí misma y frente al mundo?

Colombia, un lugar magnífico por todo lo que nos ofrece, un lugar privilegiado en el contexto del mundo, una nación con dos mares, una zona montañosa enorme, la que la hace diversa en cuanto a sus especies, el inmenso llano por favor, la Amazonía y la Orinoquia con toda su riqueza; tal vez quienes la manejan no han entendido eso o han querido hacerla suya para manejarla a su antojo, en cierta forma lo han logrado, eso será otro cuento y para otro día; se envidia tanto a este bello país que hasta los vecinos intentan hacerle daño, reclamando lo que no les corresponde o deportando a nuestros nacionales, endilgándoles delitos que no les han comprobado; el mundo se dará cuenta de todo esto cuando se cambie un poco la manera de pensar y de actuar y haya sensatez en de los gobernantes frente a su mismo pueblo.

¿Crees que es posible la paz en Colombia?

Es una oportunidad, tal vez la única y la última, tengo mis dudas por las connotaciones políticas que tiene, sin embargo para lograr algo hay que arriesgar y en eso fue en lo que fundo el negocio el gobierno; mi apreciación para no ir tan lejos es: mientras en algún rincón de Colombia, haya siquiera uno de sus habitantes aguantando hambre y necesidades, sin derecho a la educación, a la salud y a la justicia, todo esto se torna incierto, además pueda que se lleguen a acuerdos entre los negociadores, la propuesta está planteada con la convocatoria al constituyente primario (el pueblo), para que refrende con su voto dichos acuerdos, recordemos que en este momento el gobierno no goza de buena aceptación a nivel general y podría ser una forma para que el sufriente pueblo, le dé la espalda a quienes hoy ostentan el poder.

Has sido premiado en la Real Academia de la Lengua en Colombia. ¿ Sientes que esos premios pueden ser buenos para un escritor y por qué?

Si, es un gran estímulo, es el premio a una labor por simple que esta pueda perecer, transmitir el pensamiento por medio de escritos, divertir si se quiere, pasar a veces por loco, acordémonos que de músicos, poetas y locos, todos tenemos un poco; que alguien lo haya tenido en cuenta para premiarlo, para mi es maravilloso, de alguna forma se da a conocer, más cuando haya una obra poética publicada como en mi caso, a mi particularmente me llenó de motivaciones, de mucho optimismo, de ánimo, si se quiere, para manejar mejor la situación que vivo frente a la peligrosa disfunción que aqueja a mi esposa.

SUDA – AMÉRICA

El sudor

latinoamericano

enriquece.

 

Bebiendo el dulce néctar de tus venas

¡Oh mi América!

Canto a la belleza de tus días,

soy velero, navegante de tus cauces,

voy en búsqueda del arrullo de tus noches.

 

Te muestras soberana entre vergeles,

riachuelos y quebradas.

Desde Cabo de Hornos a Punta Gallinas,

de Islas Martín Vaz a Islas Galápagos.

 

Del Cono Sur hacia el Caribe

evocamos a Borges

entre tangos y milongas

por el túnel de Sábato;

la fuerza charrúa de Benedetti y Galeano;

la cueca de Neruda, de Mistral y Allende.

 

El arpa guaraní en el gran Chaco;

la paz del Titicaca;

El Cusco y Machu Picchu

de Vargas Llosa y Vallejo;

la zamba carnavalesca de Amado

y Pelé, el gran genio del estadio.

 

La línea ecuatorial de Huasipungo,

obra de Icaza, Guayasamín

el maestro del pincel y la paleta;

el Amazonas con sus ríos y selvas,

la llanura majestuosa, el Orinoco,

los tres pliegues de los Andes.

 

El gran río de la patria,

la Sierra Nevada de Santa Marta,

la enigmática Guajira, San Andrés,

García Márquez en Macondo;

la patria de Bolívar,

los legados de Gallegos y Andrés Bello,

La Billos, Los Melódicos;

las Guayanas, Surinam, la Patagonia.

 

América Austral, danza de océanos,

América Andina, hogar de cóndores,

América tropical,  engalanada

de avecillas entre frutales y jardines,

que dan color al alba y al ocaso.

 

América colosal, somos tu historia,

el bastión cultural, atavismo de la raza;

América india, América del fuego

y de la pampa.

¡Tu estómago vacío sufre y llora

por cumplirle a la palabra!

 

¡Cómo nos duele

la sangre que derramas!

Nos estremecen las voces de cañones,

las manos que se ensucian

con el trafico y el dolo,

mientras mendigos

mueren en cambuchos miserables.

 

Levantemos el cuerno adolorido,

desatemos el yugo que estrangula,

rompamos las cadenas corrosivas

y el cordón umbilical que nos desnutre;

alcemos el blasón de la defensa,

elevemos la palabra límpida

contra hegemonías imperialistas,

aquellas que avasallan y devastan.

 

Protejamos los tesoros de este suelo:

el pulmón de Amazonía,

el estuario Rioplatense,

la corteza de los Andes,

las dos costas oceánicas.

 

¡Por tu honor, por tu grandeza

ondearemos tu bandera en las montañas!

¡Que no mueras patria grande!

Sigue siendo ¡Suramérica!

 

P A C H A M A M A

 

Desde tus entrañas

brotó la poesía con túnica de oro,

verdad para el numen,

aurora volcánica,

contorno secuencial de luces,

ruta salpicada de vivos colores.

 

Un día platicamos en torno a tu estado,

gemidos de angustia lanzaste al espacio,

te abrazó Vulcano

en crepitantes llamas.

El que te cuidaba hoy es tu verdugo,

el aire y el fuego te volvieron presa;

brutal envestida

destruyo tus cauces de miel y abocados.

 

Un clarín anuncia el Apocalipsis;

antes quiero ¡Oh madre!

sentir tus caricias,

tu paz en susurros, arrullos sinuosos,

ulular del viento;

también me permitas por vagos caminos,

decir lo que siento.

 

¡Pachamama…! Un día

me diste la gloria, gracia de un espíritu

que el creador conserva;

descansé en sus brazos,

bebí de sus senos el néctar purísimo:

savia de la vida;

aún hoy me arrulla con su voz cansada

y su melodía.

 

Me fui por senderos que tú misma abriste,

tu manto me ha dado lo que necesito,

lóbregos momentos invadieron mi alma,

 

ellos mismos fueron

nutritivo elixir, benéfico ungüento.

Maduré en silencio expuesto al escarnio,

mi estirpe fue noble, propia de la tierra.

 

Tu relieve eximio, altar de natura,

heráldica imagen erguida entre nieves,

selvas y llanuras arrullan tus venas;

se escuchan los trinos,

los cánticos suaves de pájaros nobles,

¡Oh madre adorada! Cuida de tu prole.

 

Llegará ese día que tu me recibas

entre tus entrañas,

célebre misterio expuesto en tus cartas;

quedarán vestigios de pasos dantescos,

pasos que quisieron perpetuar infancias,

pasos solamente, de perdón y olvido.

Luego Pachamama, tomarás mis brazos,

ungirás mis huesos

y serán envueltos en tu manto cálido.

 

Delascar Vargas, gracias por compartirnos tu talento y tu persona.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.