Sociopolítica

Enfoques cooperativos; Hoy: “Reforma agraria con base cooperativa en Paraguay”

“Único camino que tiene el pueblo y Gobierno para planificar democráticamente su economía”

 

Por  José  Yorg, el cooperario

Es una medida política aplicada por el Gobierno para transformar las relaciones agrarias injustas y las formas de propiedad de la tierra con el propósito de superar el retraso económico del pequeño productor, como también incorporar, dinámicamente al sector denominado “sin tierra” y organizar los predios sobre principios cooperativos.

Se procura originar un modelo de Desarrollo Agropecuario Sustentable con Base Cooperativa, donde se priorice el capital social del talento humano, a través de la educación, capacitación  y participación como métodos fundamentales para la incubación del bienestar agrupado.

A través de la transmisión y construcción de conocimientos relevantes en temas empresariales de ultima generación vinculada a valores y principios del cooperativismo se espera alcanzar el perfil de un productor  altamente capaz de superar por si mismo y con la ayuda mutua las insuficiencias y problemas que les dificultan encarar con eficacia y eficiencia sus actividades individualmente.

La Reforma Agraria es entendida como una medida política estatal en razón a la comprensión con exactitud  de los sanos principios del desarrollo económico que exigen destrabar las distorsiones de un modelo de propietaria productiva heredadas del pasado que en su momento funcionaron satisfactoriamente ,sin embargo, se encuentran hoy visiblemente agotadas en sus posibilidades de proseguir con éxito dado que las actuales relaciones establecidas por un mundo globalizado impone nuevas reglas y formas de ofertas y demandas productivas realmente dinámicas y que aquellas del pretérito carecen.

Se entiende esta medida política en procura de ejecución efectiva, aquella sostenida por  los principios de la ciencia económica y las circunstancias en que se desenvuelven, una necesaria adecuación territorial productiva precisa, calmante y oportuna, tal como nos alecciona la experiencia norteamericana y su ulterior desarrollo agropecuario encarado en el siglo XIX, en que los norteños industrialistas, frente a los sureños, cuyo modelo productivo era esclavista y latifundista se vieron en la necesidad de modificarla vía guerra.

Se instituyó una ley de colonización del oeste  que estableció un tamaño de propiedad máxima de alrededor de 100 acres (89 hectáreas) por familia sobre las tierras públicas, garantizando el acceso más democrático a todos los que quisieran trabajar la tierra, de forma familiar*.

(*http://www.monografias.com/trabajos15/reforma-agraria/reforma-agraria.shtml)

Sostenemos pues una posición realista basada en la ciencia económica y alejada de toda connotación ideológica que pudiera generar enojos estériles. El desarrollo es producto de una seria planificación estratégica de crecimiento económico  con equidad  e inclusión social.

A esta altura de nuestra exposición sentimos –como muchas veces-que debemos recurrir  a nuestro gran amigo y genial maestro de maestros cooperativistas, el Dr. Dr. Erico E. Panzoni cuando afirma: “El mérito de la cooperación agraria, radica en las posibilidades que se le ofrecen al agricultor de iniciar empresas que parecen prohibitivas para él, merced a una fórmula combinada de asociación voluntaria y método cooperativo, que es él conjunto de principios y normas que confieren personalidad al cooperativismo.”

*“El fin primario de la institución cooperativa, es mejorar la condición económica de sus miembros; más por los medios que pone en la obra, las cualidades que exige a sus miembros; y que desarrolla en ellos, mira y llega muy lejos. El fin de la cooperativa es en este caso el de hacer hombres, pero hombres responsables y solidarios, para que cada uno de ellos se eleve hasta una plena vida personal y todos juntos hacia una vida social amplia” (* Dr. Fauquet)

“Hay en los países subdesarrollados (y el Paraguay es un país subdesarrollado) un defecto de organización, y si nosotros insistimos en la solución cooperativa, es debido a que la consideramos el único camino que tiene el pueblo (y el Gobierno) para planificar democráticamente su economía, para asegurar una perfecta distribución de sus ingresos para vivir feliz, dentro de un clima de libertad”.

 Estas aseveraciones del Dr. Panzoni nos liberan de toda argumentación a favor de la cooperación agraria puesto que son-a nuestro juicio-magistralmente categóricas.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.