Cultura

Così fun tutte, en el Teatro Principal de Zaragoza

La actualización de la ópera

cosi fun tutte2Consonancias, 45 

Hay óperas que dan mucho juego, que se pueden actualizar, manipular, diversificar. Hay óperas que no son un cuerpo hermético, un espectáculo encerrado en una armadura infranqueable. Hay óperas que pueden abrir nuevos horizontes y conseguir nuevos aficionados al género. En esa onda navega ‘Così fun tutte’, la versión que Clara López  ha elaborado a partir de la conocida ópera bufa, o comedia musical, de Mozart, cuyo título académico es ‘Così fan tutte’ (Así hacen todas), un alegato entre irónico y crítico sobre la volubilidad femenina en el amor. Después llegaría Verdi con su ‘Rigoletto’, donde el aria ‘la dona è mobile’ remacha la situación, pero ambos músicos no hacen otra cosa que trasladar una situación universal, al menos en nuestra cultura, que no es de ayer ni de hoy sino de siempre, tanto por parte femenina como masculina. Porque ya antes, retrocediendo solamente hasta Bocaccio o Shakespeare, estaba planteado el asunto del intercambio de parejas.

El tránsito de ‘fan’ a ‘fun’ que han realizado los gestores de esta producción del Teatro del Liceo tiene su gracia. Tanto como el vocablo inglés que incrementa el sentido del espectáculo con su significado de broma, diversión, chunga o chirigota, que de todo trae esta versión narrada en castellano (originalmente en catalán) y cantada en italiano, que así la compuso Mozart.

La adaptación mantiene los seis personajes principales, tres hombres y tres mujeres, los actores-cantantes, y reduce los músicos a tres, pianista, violinista y clarinetista, suficientes para armar las melodías que soportan las arias y los parlamentos de la obra. Hay recorte de efectivos, pero no de efectos, porque la obra no merma en significado a pesar que quedar aligerada en tiempo y en retórica.

Così fun tutte, en el Teatro Principal de Zaragoza El espectáculo, que ofreció el Teatro Principal de Zaragoza el pasado fin de semana, ha tenido una gran acogida por donde ha circulado, desde su origen barcelonés, y es un ejemplo de cómo puede jugarse con una obra clásica sin desnaturalizarla. Traerla a la actualidad, vestir a Ferrando y Guglielmo de sport o de snob, reducirla en tiempo, eliminar fragmentos, coros y personajes secundarios, así como esquematizar la partitura, no restan fuerza ni gracia al argumento.

Tanto los cantantes como los músicos cumplieron con su papel, especialmente la soprano que personifica a Fiordeligli y el barítono que da vida a Guglielmo. En poco más de una hora, el arte de Mozart y de su libretista Lorenzo da Ponte volvieron a brillar en esta aproximación operística que marca un camino para atraer nuevo público al género.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.